En el dialogo platónico conocido como el “Banquete”, Platón escribe:
“Y el verdadero orden para acercarse al misterio del amor es empezar por las bellezas de la tierra e ir subiendo en búsqueda de aquella otra belleza, y usar las primeras tan solo como pasos, y así ir de la primera a la segunda y de la segunda a todas las formas bellas, y de las formas bellas a la belleza de la conducta, y de la belleza de la conducta a la belleza del conocimiento, hasta que llegamos al conocimiento de la belleza absoluta, y al fin conocemos la esencia de la belleza.”
Esta filosofía socrática/ platónica alimento la más grande cultura del continente europeo durante toda la antigüedad, fue recuperada a lo largo de la edad media, volvió a animar la grandeza del renacimiento, del clasicismo e incluso del romanticismo. Este amor a la belleza con su impulso transcendente ha creado el arte más sublime y el pensamiento más elevado de la civilización europea durante 25 siglos.
¿Dónde ha quedado en la sociedad postmoderna?
¿Dónde ha quedado en la escuela postmoderna?
¿Qué le ha pasado a Europa y a Occidente?
Hasta hace no tantas generaciones, todos los sistemas escolares europeos incorporaban a los clásicos griegos en lo que hoy llamamos ESO; hoy en día los manuales de ESO hacen leer Harry Potter a los alumnos “postmodernos”.