Reflexión de Albert Einstein

La sabiduría de Albert Einstein invita a la reflexión sobre la escuela que tenemos y el rumbo que ha tomado la civilización.

Dirigiéndose a los padres, el científico les pregunta si desean que sus hijos sean inteligentes, y como todos lo quieren, les pregunta entonces que tienen que hacer para conseguirlo. Mientras los padres piensan enseguida en las matemáticas y la ciencia, el científico les contesta: -No. Lean a sus hijos cuentos de hadas.

Ante los padres boca abiertos, el científico continua preguntando a los padres atónitos si desean que sus hijos sean aun más inteligentes. Aquí si, todos los padres piensan que ahora el científico les dirá de ensenar matemáticas y ciencias a sus hijos, pero el científico vuelve a decir: -No. Lean a sus hijos más cuentos de hadas.

La típica broma del genio de Einstein es una autentica parábola como en las tradiciones antiguas. La profundidad del mensaje se hace más patente cuando enlazamos esta divertida historia tan seria con otra frase impactante del gran científico:

“La imaginación es más importante que el conocimiento.”

Algo que el filosofo de la educación Rudolf Steiner aplaudiría, algo que constituye un gran tema del romanticismo europeo –en boca de uno de los más grandes físicos de la época moderna-.

Los cuentos de hadas son la imaginación, y esta es la creatividad.

¿Qué hace la escuela moderna? ¿Fomenta la imaginación y la creatividad?

¿Qué rumbo ha tomado la civilización moderna?

¿No coincide Albert Einstein también con Raimon Panikkar, cuando este decía que el mundo moderno es una tecnocracia en las antípodas del humanismo?

Un humanismo que defiende no solo el filosofo, Panikkar, sino también el científico, Einstein; otra cosa completamente distinta es el cientificismo de la tecnocracia –en la escuela o en toda la civilización; un cientificismo y una tecnocracia que, por cierto, constituyen un gran negocio con el consumismo imperante-. Con la Iglesia hemos topado.

Foto: Albert Einstein con el poeta R. Tagore.